MODA
La conciencia de la moda china
Cindy Soong representa a una nueva generación de diseñadores comprometida con diferentes causas. Ella, con la paz en Siria
Parece una adolescente, pero cuando habla resulta evidente que no lo
es. Cindy Soong puede aparentar fragilidad, pero es solo fachada. Tiene
las ideas muy claras y ningún pelo en la lengua. «Pertenezco a una nueva
generación de diseñadores chinos que buscamos ir más allá de lo
estético para dar a conocer nuestras ideas sobre multitud de temas que
nos preocupan», dice.
Ella ha decidido expresarse a través de la
moda y en la pasarela de Shanghái, la más importante de China, dedicó su
desfile a un país del que se habla muy poco en el gigante asiático:
Siria. «Vi la fotografía de una niña muerta en manos de su padre y me
impactó mucho. Tanto como el desconocimiento y la indiferencia que
muestra la mayoría de la población china. Por eso, a pesar de que es
poco habitual, decidí convertir mi colección otoño-invierno 2017 en un
alegato contra la guerra». En sus creaciones el único color que utilizó
fue el rojo. Todo lo demás fueron negros, blancos y grises. Además, en
todas las prendas, así como en las paredes del recinto, se podía leer
una frase: 'Don't cry Syria' ('Siria, no llores').
El espectáculo
se cerró con la emotiva aparición de un niño y una niña agarrados de la
mano que caminaron hasta el centro de la pasarela para darse un abrazo.
«¡Qué tierno! ¡Qué monos!», se escuchó entre el público, que,
desafortunadamente para Soong, no captó un mensaje quizá excesivamente
encriptado. Pero la joven no tiene intención de cejar en su empeño. «La
brecha generacional en China es enorme. Muchos jóvenes no se entienden
con sus padres y no saben de qué hablar con ellos. Pero cada vez más
somos los que viajamos al extranjero -ella ha estudiado en Estados
Unidos y está casada con un británico-, aprendemos, y luego lo ponemos
en práctica en China. Da igual que sea diseño o ideas políticas».
Diseños más atrevidos
Su
esperanza está puesta en que un creciente número de jóvenes como ella
lidere el mercado del futuro y abra nuevas oportunidades para «diseños
más atrevidos e ideas más revolucionarias». Eso sí, Soong cree que China
tiene que buscar su propio estilo y no caer en la tentación de seguir
los pasos que marcan Occidente y Japón.
«Pero eso en lo estético y
lo cultural, que debemos reinterpretar con nuestras claves. No podemos
hacer lo del avestruz en cuestiones que nos deberían a preocupar a
todos, desde la guerra hasta el cambio climático. Trump no es nuestro
ejemplo».
De momento, su discurso parece que funciona. En los
cinco años que han pasado desde que fundó su empresa, la veinteañera
-prefiere no dar su edad concreta- ya ha abierto varias tiendas e
incluso cuenta con una segunda marca para gente todavía más joven, Chew
Chew.
Es un buen ejemplo de la emprendedora y concienciada
juventud china. «Creo que el mercado en nuestro país es suficientemente
grande como para permitir que marcas como la mía crezcan». Pero, por si
su mensaje resulta demasiado contundente, ya busca abrir camino en
Occidente.
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