lunes, 28 de agosto de 2017

MODA

La conciencia de la moda china

Cindy Soong representa a una nueva generación de diseñadores comprometida con diferentes causas. Ella, con la paz en Siria 

Parece una adolescente, pero cuando habla resulta evidente que no lo es. Cindy Soong puede aparentar fragilidad, pero es solo fachada. Tiene las ideas muy claras y ningún pelo en la lengua. «Pertenezco a una nueva generación de diseñadores chinos que buscamos ir más allá de lo estético para dar a conocer nuestras ideas sobre multitud de temas que nos preocupan», dice.
Ella ha decidido expresarse a través de la moda y en la pasarela de Shanghái, la más importante de China, dedicó su desfile a un país del que se habla muy poco en el gigante asiático: Siria. «Vi la fotografía de una niña muerta en manos de su padre y me impactó mucho. Tanto como el desconocimiento y la indiferencia que muestra la mayoría de la población china. Por eso, a pesar de que es poco habitual, decidí convertir mi colección otoño-invierno 2017 en un alegato contra la guerra». En sus creaciones el único color que utilizó fue el rojo. Todo lo demás fueron negros, blancos y grises. Además, en todas las prendas, así como en las paredes del recinto, se podía leer una frase: 'Don't cry Syria' ('Siria, no llores').
El espectáculo se cerró con la emotiva aparición de un niño y una niña agarrados de la mano que caminaron hasta el centro de la pasarela para darse un abrazo. «¡Qué tierno! ¡Qué monos!», se escuchó entre el público, que, desafortunadamente para Soong, no captó un mensaje quizá excesivamente encriptado. Pero la joven no tiene intención de cejar en su empeño. «La brecha generacional en China es enorme. Muchos jóvenes no se entienden con sus padres y no saben de qué hablar con ellos. Pero cada vez más somos los que viajamos al extranjero -ella ha estudiado en Estados Unidos y está casada con un británico-, aprendemos, y luego lo ponemos en práctica en China. Da igual que sea diseño o ideas políticas».

Diseños más atrevidos

Su esperanza está puesta en que un creciente número de jóvenes como ella lidere el mercado del futuro y abra nuevas oportunidades para «diseños más atrevidos e ideas más revolucionarias». Eso sí, Soong cree que China tiene que buscar su propio estilo y no caer en la tentación de seguir los pasos que marcan Occidente y Japón.
«Pero eso en lo estético y lo cultural, que debemos reinterpretar con nuestras claves. No podemos hacer lo del avestruz en cuestiones que nos deberían a preocupar a todos, desde la guerra hasta el cambio climático. Trump no es nuestro ejemplo».
De momento, su discurso parece que funciona. En los cinco años que han pasado desde que fundó su empresa, la veinteañera -prefiere no dar su edad concreta- ya ha abierto varias tiendas e incluso cuenta con una segunda marca para gente todavía más joven, Chew Chew.
Es un buen ejemplo de la emprendedora y concienciada juventud china. «Creo que el mercado en nuestro país es suficientemente grande como para permitir que marcas como la mía crezcan». Pero, por si su mensaje resulta demasiado contundente, ya busca abrir camino en Occidente.

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