miércoles, 9 de agosto de 2017

CUÉNTANOS


La relación ya estaba muerta

"Mi matrimonio era un fracaso. Me casé demasiado joven. Mi esposo era un hombre controlador y sexualmente reprimido. No nos respetábamos”, comienza una usaria harta de descubrir los intentos (sin éxito) de su marido de ligar por internet. Se sentía miserable, hasta que conoció a alguien en el trabajo: "Comenzamos con conversaciones inofensivas, nos hicimos amigos, encontrábamos excusas para mandarnos mensajes fuera del trabajo, empezamos a comer juntos aquí y allá… primero en grupo y luego solo nosotros dos. Pensaba en él todo el tiempo".

Ella sabía que se estaba adentrando en terreno peligroso, pero decidió no detenerse: “Siempre tuvimos cuidado. No hubo contacto físico hasta que un día en su coche se inclinó para ayudarme con el cinturón de seguridad y me besó. Fue lo más increíble que había sentido en mi vida. Durante las próximas semanas cada cena se convertía en una excusa para hacer el amor. Me sentía tremendamente culpable, nunca pensé de mí misma como el tipo de persona que ponía los cuernos. Así que se lo conté a mi marido antes de que el asunto fuera a mayores”. Reaccionó mal, aumentando su faceta de controlador: “Después de que le dijese a mi marido que quería un divorcio, él intentó destruir mi vida. Trató de que me despidieran, se lo dijo a todos mis vecinos y gente de la iglesia, publicó mi infidelidad en las redes sociales, con menciones a nuestros amigos y familiares, y amenazó con pegar a mi amigo. Ese amigo es ahora mi marido y llevamos 10 años juntos. Lo amo más que nada y respeto más que a nadie que haya conocido”. Por último, añade una posdata, por si no había quedado claro: “Comencé porque estaba casada con un idiota y la relación era un desastre, pero terminó bien para mí”.

Fuente: MSN

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