miércoles, 7 de diciembre de 2016

CUENTANOS 

Al regresar a Xiamen, Fidaa nos trataba como si nada hubiera pasado y en la mañana del jueves 4 de agosto fuimos a dar un paseo en barco. En realidad, fue el paseo más aburrido que tuvimos en todo el viaje, no hubo nada de emoción más que al finalizar nos tocó a Richard (Latvia), Kakha (Georgia) y a mí (Venezuela), darle las gracias al capitán por el paseo. Los tres fuimos bastante cortos y no dijimos más de tres frases, lo único lindo fue que Olivia me presentó así “Ahora vamos a darle la bienvenida a la señorita Mariana la linda princesa de Venezuela”.
La noche anterior casi le lloré a Olivia para que me dejara hacer mi presentación ese jueves, pero ella me decía que tenía que chequear los cronogramas porque estábamos por orden alfabético:
-      Pero Olivia – insistí – Kakha va a presentar mañana y él no ha hecho nada, porque no me cambias a mí de lugar con él.
-      A mí no me importa – dijo Kakha –
-      No puedo, tengo que hablar con mi jefe.
-      Está bien Olivia no hay problema, entonces presentaré el sábado.
Resulta que cuando llegué al Seminario en la tarde, Olivia anunció a los países que les tocaba hacer su presentación ese día:
-      Y Venezuela – concluyó –
-      ¿Venezuela? – dije en voz alta con cara de asustada – y todo el salón se echó a reír.
En el break tuve que ir corriendo hasta el hotel a buscar mi laptop donde tenía mi presentación y al final hice mi exposición después de la lectura de Kakha, a quien la noche anterior le habían enviado por mail todas las láminas desde su trabajo para que no dejara mal el nombre de Georgia en el Seminario y no durmió haciendo la presentación del día siguiente.
Resulta que mi exposición fue de lo mejor, no tuve problema alguno para pronunciar el inglés y me dijeron que tuve un estilo muy particular para hacerla. Los hice reír a todos con las cosas que se me ocurrían, todo el salón se vino en aplausos y me felicitaron por mi excelente exposición y por mi dominio total de escena.
Aquí debo hacer un alto para decir algo. Durante toda mi vida he sido una persona sumamente tímida e insegura de mí misma. La sola idea de hablar en público me aterraba y siempre me repetía a mí misma que las cosas buenas siempre le pasaban a los demás y no a mí. Nunca me consideré una chica bonita, al contrario, siempre me sentí un patito feo y mis complejos crecían día a día junto conmigo.
Ahora, he reflexionado muchísimo durante el tiempo que he estado aquí en China y me doy cuenta que el éxito de todo está en tener confianza en ti misma. Mi papá, mi hermana, mi mamá, siempre me decían que mi único obstáculo era yo misma, yo me auto saboteo y no me doy la oportunidad de probarme a mí misma de los que soy capaz.
Estuve más de un mes sola en China, en un lugar donde nadie habla mi idioma, sin ninguna persona que pudiera ayudarme u orientarme. Me vi en la necesidad de hablar un idioma que torpemente domino, tuve que preparar una exposición sobre un tema del cual no tengo la más mínima información y, además me dirigí a un público en un foro internacional. Me vi en la necesidad de hacer nuevos amigos para no estar sola y salir con un chico que no dejaba de tratarme como una princesa para demostrarme que si habían chicos que de verdad se interesan por mí y que si son capaces de hacerme feliz.
No puedo decir que superé todos mis problemas y que ya nada en este mundo puede afectarme. Pero lo que sí afirmo es que este viaje me dio una nueva perspectiva acerca de mí misma, por primera vez confié en mí, me di a mi misma la oportunidad de ser mi amiga y me siento feliz con todo lo que he logrado.
Ahora me siento un poco más fuerte y más madura para enfrentar las situaciones y luchar por lo que quiero, el universo siempre está esperando que le pidamos a lo grande, sólo debemos abrir los brazos y decir GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Y ahora bueno, sólo como una anécdota más del viaje, la tarde-noche del viernes 5 de agosto Kakha y yo fuimos a la comercial street, paseamos un rato, comimos pizza y todo fue súper lindo. Bromeamos con todas las tonterías que se nos ocurriera hacer o decir.
Sé que lo más probable es que a Kakha no lo volveré a ver jamás en mi vida, sin embargo, nunca olvidaré a ese stupid boy que me hizo sentir como una chica especial y que me demostró que si hay buenos chicos dispuestos a estar conmigo, a los que de verdad les importo y que disfrutan del tiempo que pasan conmigo. Y con respecto a Jhonnathan, José me dijo:
-      Es un inmaduro, lo que me cuentas me deja ver que aún le falta mucho por aprender, déjalo tranquilo un rato y verás como regresa, no lo presiones porque se va a asustar y no le des tanta importancia a lo que él dice o hace porque es un niño y a los hombres por lo general nos cuesta mucho madurar.
Sólo para no dejar la historia en el aire, antes de regresar a Venezuela, le escribí un mail a Jhonnathan sincerándome, le decía que me gustaría tener una relación con él y ver qué tal se nos daba. Pero que si él no lo quería así, entonces que me lo dijera. Por supuesto, nunca me respondió el mail, aunque volví a verlo al regresar y le entregué todos los regalos que le compré estando allá. Sin embargo, él siguió comportándose como siempre, sólo me trataba de a ratos y cuando le sobraba tiempo (que era muy pocas veces), así que no insistí más en querer tener algo con él. Al día de hoy somos amigos y nada más.
En fin, el viaje a China llegó a su fin, a todos nos tocó marcharnos por grupos, dependiendo del destino al cual debíamos ir. Fidaa se marchó en el primer grupo del día Lunes 8 de agosto a la 1:30 pm. El día antes de irse fue hasta mi habitación, me pidió prestados 30 yuanes y al llegar se puso a llorar, según había muerto su suegro y eso la puso muy triste. Fidaa es una chica bastante extraña la verdad nunca logré entenderla, pues me parece que está un poco mal de la cabeza. Creo que Rafik tiene razón y ella es una chica lunática. Lo cierto es que al final estuve toda la tarde con ella, hablamos un buen rato, hasta que bajamos a cenar. Kakha me preguntó:
-      ¿Qué haces con ella?
Le conté todo lo sucedido y él me dijo: “No le hagas caso a Fidaa, ella de verdad está loca”.
Lo cierto es que la ceremonia de clausura del Seminario fue el domingo 7 de agosto, todo estuvo muy bonito y me regalaron una placa que dentro tiene un plato de porcelana china y el barco del instituto en oro, lo que aumentó considerablemente el peso de mi maleta que ya iba casi a reventar.
Tuvimos un rico almuerzo y el resto de la tarde libre para arreglar nuestras cosas. Finalmente, Fidaa se marchó a mediodía, sin pagarme completo lo que me debía y con 7 maletas encima que según ella no tenían sobrepeso.
Al fin Kakha y yo pudimos pasar toda la tarde juntos en mi cuarto, sin que nadie después nos viera con mala cara. Bromeamos hasta más no poder, nos reíamos de las tonterías que hacíamos. Mi primo nos acompañó un rato por el skype, hasta que bajamos a despedir a la gente de Jamaica y a mi amigo Marcus de Dominica que se fueron en el grupo de las 5 de la tarde. Luego nos quedamos en el lobby del hotel hasta que fuimos a cenar.
Papa huhu le dijo claramente a Kakha que no podía salir esa noche del hotel porque él salía en el grupo de las 6 am del día siguiente (martes 9 de agosto). Sin embargo, el señor de Sri Lanka nos regaló una botella de “brandy” chino que, en palabras de José era un veneno y Kakha y yo nos bebimos toda esa botella en el cuarto de José.
Esa noche nos borramos del mapa, pues el brandy chino nos emborrachó por completo. Kakha subió hasta mi cuarto, nos despedimos, después él se fue a dormir y Rafik tuvo que pasar la noche con él para que no se quedara dormido puesto que de verdad estaba muy ebrio. Kakha se fue a las 5:30 am, no pude bajar a despedirme, pero él me llamó a mi habitación para despedirse, nunca olvidaré a ese stupid boy que me hizo sentir una chica tan especial durante todo el viaje. Gracias Kakha, ojalá la vida me dé alguna vez la oportunidad de volver a verte.
Yo me fui con José y Rafik en el grupo de las 9 de la mañana, todas las personas que estaban allí me dijeron muchas cosas lindas para despedirse de mí y me desearon mucho éxito. Entre otras cosas dijeron que yo era una chica adorable, inteligente y que siempre me recordarán como la princesa abogada de Venezuela.
Me despedí de Rafik en el aeropuerto y juntos hicimos la promesa de volvernos a ver el año que viene en España. Rafik estudió una maestría en Alicante durante todo un año. Lo malo es que yo no pude ir a Alicante sino 3 años después y ya Rafik no estaba allí, había vuelto a Túnez.
José y yo seguimos juntos hasta Beijing y nos acompañaron Richard y el señor de Sri Lanka, nos quedamos en un hotel no muy agradable y bastante aburrido y, durante la cena compartimos todos juntos, acompañados también por la gente de Bangladesh y Myanmar. Fue una tarde increíblemente lluviosa en Beijing ya que, estaba pasando un tifón por la ciudad. Pero al día siguiente amaneció como si nada y junto a José y los de Myanmar, salimos a las 5:30 am rumbo al aeropuerto, oficialmente esta fue mi despedida de China. Fue una experiencia increíblemente hermosa, llena de altas y bajas emocionales que me enseñaron muchísimas cosas, pero sobretodo me demostraron que soy una persona fuerte y capaz de lograr cualquier cosa si tan solo me lo propongo. Me permitiré decir “hasta luego China”, nunca se sabe si algún día volveré a verte, mientras tanto gracias por todo y hasta siempre.
Mientras estábamos en China, José me dijo en una oportunidad que cualquier cosa es preferible a no tener nada y eso fue justamente lo que aprovechamos él y yo en nuestro corto y fugaz viaje a Paris.
Resultó que a José le tocaban 6 horas de espera en el aeropuerto y yo tenía que pasar la noche en la ciudad, así que entre los dos decidimos aprovechar al máximo el corto tiempo que teníamos para conocer, aunque fuera desde afuera los sitios más emblemáticos de la ciudad y, por su puesto tomarnos algunas fotos.
Yo envié mi maleta (por la cual tuve que pagar 100 US$ de sobrepeso) directo de Beijing a Caracas y José averiguó que podía dejar la maleta de mano en el aeropuerto, por tan sólo 6 euros hasta las 9:30 de la noche. En Beijing desayunamos en el starbucks coffe y, cometimos la más grande estupidez de “lavarnos” las manos con algo que creíamos era gel antibacterial y resultó ser glucosa. Fue algo sumamente gracioso para ambos y aun estando en París nos reíamos de esa “gochada” que habíamos hecho.
Al llegar al Charles de Gaulle, agarramos nuestro tren que nos llevó hasta la salida, allí el chico de inmigración – un catire de ojos azules– tardó un rato viendo mi pasaporte, hasta que me preguntó si de verdad esa era mi edad, le dije que sí y él me dijo:
-      Ok, you are so beautiful woman, welcome to Paris! (así si vale la pena ser recibida en tu primera visita a París)
En la salida me esperaba el chico del taxi, resultó ser un parisiense hijo de padres colombianos que, muy amablemente averiguó el sitio exacto para que José dejara la maleta y nos espero durante ese momento.
Llegamos al apartamento y de inmediato salimos a caminar por la ciudad, el tiempo apremiaba y había que ver la mayor cantidad de cosas posibles. Soliris (la chica que me alquiló el apartamento) nos explicó cómo debíamos tomar las líneas del metro para ver los sitios más emblemáticos.
Lo primero que vimos fue “El Arco del Triunfo”. Apenas salí del metro, lo primero que vi fue el gran nombre de Miranda, escrito todo en mayúscula y en letras normales, no en oro, como dice la gente. Dios mío cuánta emoción poder ver eso con mis propios ojos.
Después, fuimos a conocer la “Torre Eiffel” y allí estaba en todo su esplendor. Tengo que decirlo, me dieron ganas de llorar, es la primera vez que la veía en mi vida y fue algo indescriptible, hay que vivirlo para poder explicarlo porque no sé cómo expresarlo con palabras y, la mirada de José viendo directo hasta la Torre y el silencio que experimentamos durante un largo rato me demostró que él sintió exactamente lo mismo que yo:
-      Es increíble José, tuve que esperar a tener 25 años para finalmente conocer la Torre Eiffel.
-      Bueno – me dijo él – yo tuve que esperar 54 años para conocerla, así que me llevas una gran ventaja.
Caminamos por abajo, tomamos muchísimas fotos, lamentablemente por razones de tiempo no pudimos subir. José y yo nos sentamos a comer un helado bajo la Torre y allí pedimos un deseo, el cual no fue otro más que VOLVER A PARÍS, pero como estamos en la ciudad más romántica del mundo, ambos deseamos volver en compañía de alguien que nos amara y con quien fuéramos felices. En otras palabras, José y yo pedimos el deseo de hallar el amor en nuestras vidas, un amor verdadero y sincero y sé que a él ya se lo concedieron.
Una vez concluida esta visita fuimos hasta Notre Dame, una vez más sentimos mucho la falta de tiempo puesto que la zona es espectacularmente bella y, yo sentí unas ganas inmensas de llorar por la emoción que me daba estar en ese lugar.
Allí en el tren de París José y yo nos despedimos de nuestro viaje:
-      Me alegró haberte conocido – me dijo José con un gran abrazo –
-      Yo también José y por favor tenemos que prometer que nos volveremos a ver algún día. Yo estoy enamorada del Sur y muero de ganas de ir a Montevideo otra vez.
-      Allí serás bien recibida. Por favor Miss Venezuela, sé feliz en tu vida y no permitas que nadie te haga sufrir. Recuerda lo que te enseñé respecto a la vida, nunca lo olvides porque así debemos vivir por siempre:
1.- La vida es lo que es, no podemos cambiar sino que debemos adaptarnos a las situaciones y tratar de salir victoriosos en todo momento.
2.- Nada de lo bueno de la vida es gratis, pero ya lo pagaste por lo tanto cuando te pase algo bueno simplemente vívelo al máximo y;
3.- Nunca hagas lo que no quieres, sólo tú eres la única persona con el poder de decidir sobre su destino y no hagas algo sólo porque los demás lo dicen o lo hacen. Tú eres única, nunca lo olvides.
Creo que voy a extrañar muchísimo a José, fue un gran amigo para mi durante todo este tiempo y jamás lo olvidaré. Sé que la vida nos dará la oportunidad de volver a vernos y poder compartir nuevamente con ese uruguayo con alma de argentino, aunque él insiste en que no es así, sino que simplemente él es un uruguayo con autoestima, lo cual lo diferencia del resto.
Regresé a casa de Soliris, afortunadamente las personas que me ayudaron a encontrar el camino de regreso una me pudo explicar en inglés y la otra en perfecto español. Salimos un rato por la noche, la ciudad estaba súper iluminada y bastante fría para ser verano. Tomamos un bus y caminamos por los “Campos de Marte”, el “Boulevard de La Concordia”. Pasamos por el famoso hotel Ritzz de donde salió la princesa Diana antes de morir y llegamos hasta el “Museo de Louvre”
Mientras esperábamos el bus de regreso, pude ver la “Torre Eiffel” iluminada de una forma muy especial con luces parecidas a las de un arbolito de navidad que la hacían lucir como una botella de Champagne derramando todo el líquido que contiene al abrirla.
Mi viaje llegó a su fin, acá estoy en el Charles de Gaulle sentada terminando de escribir estas líneas de un viaje que me enseñó tantas cosas y me dejó marcada en lo más profundo de mi corazón.
Estoy en Venezuela, me alegró mucho volver a ver a mi familia, tomar el té lipton en cuanto llegué al aeropuerto y comer mi arepa con jamón y queso amarillo en cuanto llegué a mi casa. Extraño Xiamen y extraño también a mis nuevos amigos.
La experiencia que viví durante todo este mes que estuve fuera me hizo sentir que soy una persona especial. Me encantaron todas las cosas que conocí y me empiezan a hacer falta todas esas personas que se convirtieron en una especie de “familia” durante el tiempo que pasamos juntos y ahora, ha llegado el momento de presentarlos uno a uno:
1.- José (el Uruguayo): Si bien físicamente aparenta ser una persona mayor, en el fondo es un alma joven, de un espíritu fuerte y bromista, capaz de adaptarse a cualquier persona y compartir con ella. Creo que José tiene alma de argentino porque, en ocasiones, es pedante pero en el buen sentido de la palabra (a mi me hacía reír muchísimo con sus locuras) Aunque él dice que no es argentino, sino que es uruguayo con autoestima lo cual lo hace ser diferente. Sin duda alguna, José se convirtió en mi mejor amigo y jamás podré olvidar todas las lecciones de vida que me enseñó durante el tiempo que pasamos juntos. José y yo volvimos a reencontrarnos hace un año, en Lima, Perú, donde actualmente estoy viviendo. Vino con su esposa (sí, el deseo se le hizo realidad) y pasamos unos días fenomenales, recordando tantos lindos momentos y construyendo nuevos recuerdos. Ahora vive en Chile, su esposa es de allá y es muy probable que vuelvan a visitarme pronto a Lima, ya que ambos son viajeros empedernidos. Por cierto, la esposa de José es una mujer extraordinaria y sé que él se merecía a alguien así en su vida.
2.- Rafik: Oh Dios, para describir a Rafik sólo puedo decir que Rafik es Rafik. Árabe con un alma de occidental. Entiendo perfectamente bien porque está empeñado en cambiar su vida – yo me siento igual – tiene 32 años (hoy día ya tiene 37) y parece un niño de 10 (lo sigue pareciendo). Divertido, dinámico, hiperactivo, siempre buscando nuevas experiencias, todo lo que ves en él es todo lo que hay. Rafik es ese estilo de personas que una vez que las conoces no puedes dejar de quererlas y yo deseo con toda mi alma volver a verlo alguna vez en la vida. Jamás podré olvidarlo, él me hizo sentir especial, me demostró cariño y me regaló su amistad, la cual sé que, a pesar de la distancia, permanecerá en el tiempo. (hasta hoy, así ha sido)
3.- Kakha: De Georgia, un país que ni siquiera sabía que existía hasta que lo conocí a él. Yo creo que Kakha en su anterior vida tuvo que haber sido venezolano, por su forma de comportarse. Siempre está bromeando, nunca deja que nada lo perturbe o lo moleste, todo se lo toma con calma y sin preocupaciones. Si por él fuera, pasara todo el tiempo bebiendo cerveza, fumando y bailando hasta amanecer. Es un chico especial, cariñoso, algo fastidioso, pero siempre me hizo sentir como una chica linda, especial que merece ser querida, amada y respetada y así me lo aconsejó. Kakha no es alto, un poco gordito y casi no tiene cabello. Sin embargo, en el tiempo que estuvimos juntos por primera vez en mi vida supe lo que era sentirse querida por alguien. Desde que regresé siempre hablo con él y le pregunté:
- Can you describe me? (puedes describirme)
- I have no words to describe you… magnific… you are magnific (no tengo palabras para describirte… Magnifica… tú eres magnifica)
Después de eso se darán cuenta que no hay forma en que yo pueda olvidar a este niño que me hizo sentir especial en todas las formas posibles y, si Kakha te extraño y dentro de mi aun guardo las esperanzas de volver a verte algún día. Solemos hablar y siempre imaginamos como serían nuestras vidas si estuviéramos juntos. Lo quiero mucho y es un gran amigo, aun sonrío cuando me llegan mensajes de él.
4.- Abduallah: Él es una especie de caballero de antaño, con sólo mirarlo sabes que es una buena persona, simpático, tratable, jodedor (a pesar de que aparenta ser serio) realmente no sé si algún día lo vuelva a ver, pero siempre lo recordaré como una de las mejores personas que conocí durante este viaje.
5.- Ismail: Alma noble y corazón puro. Ismail es de esos a quienes le tomas cariño enseguida que los conoces y sé que fue recíproco porque siempre me lo demostró.
6.- Fidaa: Si, es una chica temperamental y cambia de humor más rápido de lo que tarda cambiar el canal de la TV. Aunque parezca mentira, somos muy buenas amigas, mantenemos comunicación constante y ella dice que tenemos que volver a reunirnos todos. Así ya estemos viejos, pero que nos volveremos a ver.
Ellos fueron mis amigos, fueron mi familia y le doy gracias a la vida por haberme dado la oportunidad de conocerlos porque, ellos me recordaron quien era yo realmente y me hicieron sentir de una forma súper especial. Gracias a todos por brindarme su amistad y su cariño y de verdad nunca los olvidaré.
Solo para no dejar historias pendientes. Este fue un viaje que hice en Julio – Agosto del año 2011. Todo lo que aquí he escrito es lo que ocurrió previo y durante mi viaje. Las historias son reales y ni siquiera cambié los nombres de las personas.
Al regresar a Venezuela, tuve diferencias ideológicas en el sitio donde estaba trabajando, finalmente renuncié como 1 semana de haber regresado de este viaje y luego de meses comencé a trabajar en un bufete de abogados, hasta que como una más de los miles de venezolanos, decidí emigrar a Perú en busca de mejoras profesionales y económicas.
Aun no me he casado, me enamoré perdidamente de alguien que no está disponible para mí; pero no cambiaría nada de lo que he vivido a su lado, bueno o malo, porque han sido grandes aprendizajes.
Desde que me vine a Perú (hace casi 1 año y medio) no he vuelto a ver a Jhonnathan. Y, respecto a Luis Andrés, el chico que me dejó el corazón roto al principio de esta historia, casi no sé nada de él. Si alguno de ustedes llegó a pensar que a esa historia con él le faltaba un pedazo, pues bienvenidos al club, yo también lo llegué a pensar. Sin embargo, lo que creí que era una historia con una continuación, el tiempo me mostró que sólo era algo ya concluido y que no valía la pena ni siquiera pensar en ello. Me gustaría decir que es mi amigo aún, pero sería una mentira.
Gracias por dejarme compartir esta historia y hasta la próxima.


No hay comentarios:

Publicar un comentario