Al regresar a Xiamen, Fidaa nos trataba como si nada
hubiera pasado y en la mañana del jueves 4 de agosto fuimos a dar un paseo en
barco. En realidad, fue el paseo más aburrido que tuvimos en todo el viaje, no
hubo nada de emoción más que al finalizar nos tocó a Richard (Latvia), Kakha
(Georgia) y a mí (Venezuela), darle las gracias al capitán por el paseo. Los
tres fuimos bastante cortos y no dijimos más de tres frases, lo único lindo fue
que Olivia me presentó así “Ahora vamos a darle la bienvenida a la señorita
Mariana la linda princesa de Venezuela”.
La noche anterior casi le lloré a Olivia para que me
dejara hacer mi presentación ese jueves, pero ella me decía que tenía que
chequear los cronogramas porque estábamos por orden alfabético:
- Pero Olivia – insistí – Kakha va a presentar mañana
y él no ha hecho nada, porque no me cambias a mí de lugar con él.
- A mí no me importa – dijo Kakha –
- No puedo, tengo que hablar con mi jefe.
- Está bien Olivia no hay problema, entonces
presentaré el sábado.
Resulta que cuando llegué al Seminario en la tarde,
Olivia anunció a los países que les tocaba hacer su presentación ese día:
- Y Venezuela – concluyó –
- ¿Venezuela? – dije en voz alta con cara de asustada
– y todo el salón se echó a reír.
En el break tuve que ir corriendo hasta el hotel a
buscar mi laptop donde tenía mi presentación y al final hice mi exposición
después de la lectura de Kakha, a quien la noche anterior le habían enviado por
mail todas las láminas desde su trabajo para que no dejara mal el nombre de
Georgia en el Seminario y no durmió haciendo la presentación del día siguiente.
Resulta que mi exposición fue de lo mejor, no tuve
problema alguno para pronunciar el inglés y me dijeron que tuve un estilo muy
particular para hacerla. Los hice reír a todos con las cosas que se me
ocurrían, todo el salón se vino en aplausos y me felicitaron por mi excelente
exposición y por mi dominio total de escena.
Aquí debo hacer un alto para decir algo. Durante
toda mi vida he sido una persona sumamente tímida e insegura de mí misma. La
sola idea de hablar en público me aterraba y siempre me repetía a mí misma que
las cosas buenas siempre le pasaban a los demás y no a mí. Nunca me consideré
una chica bonita, al contrario, siempre me sentí un patito feo y mis complejos
crecían día a día junto conmigo.
Ahora, he reflexionado muchísimo durante el tiempo
que he estado aquí en China y me doy cuenta que el éxito de todo está en tener
confianza en ti misma. Mi papá, mi hermana, mi mamá, siempre me decían que mi
único obstáculo era yo misma, yo me auto saboteo y no me doy la oportunidad de
probarme a mí misma de los que soy capaz.
Estuve más de un mes sola en China, en un lugar
donde nadie habla mi idioma, sin ninguna persona que pudiera ayudarme u
orientarme. Me vi en la necesidad de hablar un idioma que torpemente domino,
tuve que preparar una exposición sobre un tema del cual no tengo la más mínima
información y, además me dirigí a un público en un foro internacional. Me vi en
la necesidad de hacer nuevos amigos para no estar sola y salir con un chico que
no dejaba de tratarme como una princesa para demostrarme que si habían chicos
que de verdad se interesan por mí y que si son capaces de hacerme feliz.
No puedo decir que superé todos mis problemas y que
ya nada en este mundo puede afectarme. Pero lo que sí afirmo es que este viaje
me dio una nueva perspectiva acerca de mí misma, por primera vez confié en mí,
me di a mi misma la oportunidad de ser mi amiga y me siento feliz con todo lo
que he logrado.
Ahora me siento un poco más fuerte y más madura para
enfrentar las situaciones y luchar por lo que quiero, el universo siempre está
esperando que le pidamos a lo grande, sólo debemos abrir los brazos y decir
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Y ahora bueno, sólo como una anécdota más del viaje,
la tarde-noche del viernes 5 de agosto Kakha y yo fuimos a la comercial street, paseamos un rato,
comimos pizza y todo fue súper lindo. Bromeamos con todas las tonterías que se
nos ocurriera hacer o decir.
Sé que lo más probable es que a Kakha no lo volveré
a ver jamás en mi vida, sin embargo, nunca olvidaré a ese stupid boy que me hizo sentir como una chica especial y que me
demostró que si hay buenos chicos dispuestos a estar conmigo, a los que de
verdad les importo y que disfrutan del tiempo que pasan conmigo. Y con respecto
a Jhonnathan, José me dijo:
- Es un inmaduro, lo que me cuentas me deja ver que
aún le falta mucho por aprender, déjalo tranquilo un rato y verás como regresa,
no lo presiones porque se va a asustar y no le des tanta importancia a lo que
él dice o hace porque es un niño y a los hombres por lo general nos cuesta
mucho madurar.
Sólo
para no dejar la historia en el aire, antes de regresar a Venezuela, le escribí
un mail a Jhonnathan sincerándome, le decía que me gustaría tener una relación
con él y ver qué tal se nos daba. Pero que si él no lo quería así, entonces que
me lo dijera. Por supuesto, nunca me respondió el mail, aunque volví a verlo al
regresar y le entregué todos los regalos que le compré estando allá. Sin
embargo, él siguió comportándose como siempre, sólo me trataba de a ratos y
cuando le sobraba tiempo (que era muy pocas veces), así que no insistí más en
querer tener algo con él. Al día de hoy somos amigos y nada más.
En fin, el viaje a China llegó a su fin, a todos nos
tocó marcharnos por grupos, dependiendo del destino al cual debíamos ir. Fidaa
se marchó en el primer grupo del día Lunes 8 de agosto a la 1:30 pm. El día
antes de irse fue hasta mi habitación, me pidió prestados 30 yuanes y al llegar
se puso a llorar, según había muerto su suegro y eso la puso muy triste. Fidaa
es una chica bastante extraña la verdad nunca logré entenderla, pues me parece
que está un poco mal de la cabeza. Creo que Rafik tiene razón y ella es una
chica lunática. Lo cierto es que al final estuve toda la tarde con ella,
hablamos un buen rato, hasta que bajamos a cenar. Kakha me preguntó:
- ¿Qué haces con ella?
Le conté todo lo sucedido y él me dijo: “No le hagas
caso a Fidaa, ella de verdad está loca”.
Lo cierto es que la ceremonia de clausura del
Seminario fue el domingo 7 de agosto, todo estuvo muy bonito y me regalaron una
placa que dentro tiene un plato de porcelana china y el barco del instituto en
oro, lo que aumentó considerablemente el peso de mi maleta que ya iba casi a
reventar.
Tuvimos un rico almuerzo y el resto de la tarde
libre para arreglar nuestras cosas. Finalmente, Fidaa se marchó a mediodía, sin
pagarme completo lo que me debía y con 7 maletas encima que según ella no
tenían sobrepeso.
Al fin Kakha y yo pudimos pasar toda la tarde juntos
en mi cuarto, sin que nadie después nos viera con mala cara. Bromeamos hasta
más no poder, nos reíamos de las tonterías que hacíamos. Mi primo nos acompañó
un rato por el skype, hasta que bajamos a despedir a la gente de Jamaica y a mi
amigo Marcus de Dominica que se fueron en el grupo de las 5 de la tarde. Luego
nos quedamos en el lobby del hotel hasta que fuimos a cenar.
Papa huhu le dijo claramente a Kakha que no podía
salir esa noche del hotel porque él salía en el grupo de las 6 am del día
siguiente (martes 9 de agosto). Sin embargo, el señor de Sri Lanka nos regaló
una botella de “brandy” chino que, en palabras de José era un veneno y Kakha y
yo nos bebimos toda esa botella en el cuarto de José.
Esa noche nos borramos del mapa, pues el brandy
chino nos emborrachó por completo. Kakha subió hasta mi cuarto, nos despedimos,
después él se fue a dormir y Rafik tuvo que pasar la noche con él para que no
se quedara dormido puesto que de verdad estaba muy ebrio. Kakha se fue a las
5:30 am, no pude bajar a despedirme, pero él me llamó a mi habitación para
despedirse, nunca olvidaré a ese stupid
boy que me hizo sentir una chica tan especial durante todo el viaje. Gracias
Kakha, ojalá la vida me dé alguna vez la oportunidad de volver a verte.
Yo me fui con José y Rafik en el grupo de las 9 de
la mañana, todas las personas que estaban allí me dijeron muchas cosas lindas
para despedirse de mí y me desearon mucho éxito. Entre otras cosas dijeron que
yo era una chica adorable, inteligente y que siempre me recordarán como la
princesa abogada de Venezuela.
Me despedí de Rafik en el aeropuerto y juntos
hicimos la promesa de volvernos a ver el año que viene en España. Rafik estudió
una maestría en Alicante durante todo un año. Lo malo es que yo no pude ir a
Alicante sino 3 años después y ya Rafik no estaba allí, había vuelto a Túnez.
José y yo seguimos juntos hasta Beijing y nos
acompañaron Richard y el señor de Sri Lanka, nos quedamos en un hotel no muy
agradable y bastante aburrido y, durante la cena compartimos todos juntos,
acompañados también por la gente de Bangladesh y Myanmar. Fue una tarde
increíblemente lluviosa en Beijing ya que, estaba pasando un tifón por la
ciudad. Pero al día siguiente amaneció como si nada y junto a José y los de
Myanmar, salimos a las 5:30 am rumbo al aeropuerto, oficialmente esta fue mi
despedida de China. Fue una experiencia increíblemente hermosa, llena de altas
y bajas emocionales que me enseñaron muchísimas cosas, pero sobretodo me
demostraron que soy una persona fuerte y capaz de lograr cualquier cosa si tan
solo me lo propongo. Me permitiré decir “hasta luego China”, nunca se sabe si
algún día volveré a verte, mientras tanto gracias por todo y hasta siempre.
Mientras estábamos en China, José me dijo en una
oportunidad que cualquier cosa es preferible a no tener nada y eso fue
justamente lo que aprovechamos él y yo en nuestro corto y fugaz viaje a Paris.
Resultó que a José le tocaban 6 horas de espera en
el aeropuerto y yo tenía que pasar la noche en la ciudad, así que entre los dos
decidimos aprovechar al máximo el corto tiempo que teníamos para conocer,
aunque fuera desde afuera los sitios más emblemáticos de la ciudad y, por su
puesto tomarnos algunas fotos.
Yo envié mi maleta (por la cual tuve que pagar 100 US$
de sobrepeso) directo de Beijing a Caracas y José averiguó que podía dejar la
maleta de mano en el aeropuerto, por tan sólo 6 euros hasta las 9:30 de la
noche. En Beijing desayunamos en el starbucks
coffe y, cometimos la más grande estupidez de “lavarnos” las manos con algo
que creíamos era gel antibacterial y resultó ser glucosa. Fue algo sumamente
gracioso para ambos y aun estando en París nos reíamos de esa “gochada” que
habíamos hecho.
Al llegar al Charles
de Gaulle, agarramos nuestro tren que nos llevó hasta la salida, allí el chico
de inmigración – un catire de ojos azules– tardó un rato viendo mi pasaporte,
hasta que me preguntó si de verdad esa era mi edad, le dije que sí y él me
dijo:
-
Ok, you are so
beautiful woman, welcome to Paris! (así si vale la pena ser recibida en tu primera visita a París)
En la salida me esperaba el chico del taxi, resultó
ser un parisiense hijo de padres colombianos que, muy amablemente averiguó el
sitio exacto para que José dejara la maleta y nos espero durante ese momento.
Llegamos al apartamento y de inmediato salimos a
caminar por la ciudad, el tiempo apremiaba y había que ver la mayor cantidad de
cosas posibles. Soliris (la chica que me alquiló el apartamento) nos explicó
cómo debíamos tomar las líneas del metro para ver los sitios más emblemáticos.
Lo primero que vimos fue “El Arco del Triunfo”.
Apenas salí del metro, lo primero que vi fue el gran nombre de Miranda, escrito
todo en mayúscula y en letras normales, no en oro, como dice la gente. Dios mío
cuánta emoción poder ver eso con mis propios ojos.
Después, fuimos a conocer la “Torre Eiffel” y allí
estaba en todo su esplendor. Tengo que decirlo, me dieron ganas de llorar, es
la primera vez que la veía en mi vida y fue algo indescriptible, hay que
vivirlo para poder explicarlo porque no sé cómo expresarlo con palabras y, la
mirada de José viendo directo hasta la
Torre y el silencio que experimentamos durante un largo rato
me demostró que él sintió exactamente lo mismo que yo:
- Es increíble José, tuve que esperar a tener 25 años
para finalmente conocer la
Torre Eiffel.
- Bueno – me dijo él – yo tuve que esperar 54 años
para conocerla, así que me llevas una gran ventaja.
Caminamos por abajo, tomamos muchísimas fotos,
lamentablemente por razones de tiempo no pudimos subir. José y yo nos sentamos
a comer un helado bajo la Torre
y allí pedimos un deseo, el cual no fue otro más que VOLVER A PARÍS, pero como
estamos en la ciudad más romántica del mundo, ambos deseamos volver en compañía
de alguien que nos amara y con quien fuéramos felices. En otras palabras, José
y yo pedimos el deseo de hallar el amor en nuestras vidas, un amor verdadero y
sincero y sé que a él ya se lo concedieron.
Una vez concluida esta visita fuimos hasta Notre
Dame, una vez más sentimos mucho la falta de tiempo puesto que la zona es espectacularmente
bella y, yo sentí unas ganas inmensas de llorar por la emoción que me daba
estar en ese lugar.
Allí en el tren de París José y yo nos despedimos de
nuestro viaje:
- Me alegró haberte conocido – me dijo José con un
gran abrazo –
- Yo también José y por favor tenemos que prometer que
nos volveremos a ver algún día. Yo estoy enamorada del Sur y muero de ganas de
ir a Montevideo otra vez.
- Allí serás bien recibida. Por favor Miss Venezuela,
sé feliz en tu vida y no permitas que nadie te haga sufrir. Recuerda lo que te
enseñé respecto a la vida, nunca lo olvides porque así debemos vivir por
siempre:
1.- La vida es lo que es, no podemos cambiar sino
que debemos adaptarnos a las situaciones y tratar de salir victoriosos en todo
momento.
2.- Nada de lo bueno de la vida es gratis, pero ya
lo pagaste por lo tanto cuando te pase algo bueno simplemente vívelo al máximo
y;
3.- Nunca hagas lo que no quieres, sólo tú eres la
única persona con el poder de decidir sobre su destino y no hagas algo sólo
porque los demás lo dicen o lo hacen. Tú eres única, nunca lo olvides.
Creo que voy a extrañar muchísimo a José, fue un
gran amigo para mi durante todo este tiempo y jamás lo olvidaré. Sé que la vida
nos dará la oportunidad de volver a vernos y poder compartir nuevamente con ese
uruguayo con alma de argentino, aunque él insiste en que no es así, sino que
simplemente él es un uruguayo con autoestima, lo cual lo diferencia del resto.
Regresé a casa de Soliris, afortunadamente las
personas que me ayudaron a encontrar el camino de regreso una me pudo explicar
en inglés y la otra en perfecto español. Salimos un rato por la noche, la
ciudad estaba súper iluminada y bastante fría para ser verano. Tomamos un bus y
caminamos por los “Campos de Marte”, el “Boulevard de La Concordia ”. Pasamos por
el famoso hotel Ritzz de donde salió la princesa Diana antes de morir y
llegamos hasta el “Museo de Louvre”
Mientras esperábamos el bus de regreso, pude ver la
“Torre Eiffel” iluminada de una forma muy especial con luces parecidas a las de
un arbolito de navidad que la hacían lucir como una botella de Champagne
derramando todo el líquido que contiene al abrirla.
Mi viaje llegó a su fin, acá estoy en el Charles de
Gaulle sentada terminando de escribir estas líneas de un viaje que me enseñó tantas
cosas y me dejó marcada en lo más profundo de mi corazón.
Estoy en Venezuela, me alegró mucho volver a ver a
mi familia, tomar el té lipton en cuanto llegué al aeropuerto y comer mi arepa
con jamón y queso amarillo en cuanto llegué a mi casa. Extraño Xiamen y extraño
también a mis nuevos amigos.
La experiencia que viví durante todo este mes que
estuve fuera me hizo sentir que soy una persona especial. Me encantaron todas
las cosas que conocí y me empiezan a hacer falta todas esas personas que se convirtieron
en una especie de “familia” durante el tiempo que pasamos juntos y ahora, ha
llegado el momento de presentarlos uno a uno:
1.- José (el Uruguayo): Si bien físicamente aparenta
ser una persona mayor, en el fondo es un alma joven, de un espíritu fuerte y
bromista, capaz de adaptarse a cualquier persona y compartir con ella. Creo que
José tiene alma de argentino porque, en ocasiones, es pedante pero en el buen
sentido de la palabra (a mi me hacía reír muchísimo con sus locuras) Aunque él
dice que no es argentino, sino que es uruguayo con autoestima lo cual lo hace
ser diferente. Sin duda alguna, José se convirtió en mi mejor amigo y jamás
podré olvidar todas las lecciones de vida que me enseñó durante el tiempo que
pasamos juntos. José y yo volvimos a reencontrarnos hace un año, en Lima, Perú,
donde actualmente estoy viviendo. Vino con su esposa (sí, el deseo se le hizo
realidad) y pasamos unos días fenomenales, recordando tantos lindos momentos y
construyendo nuevos recuerdos. Ahora vive en Chile, su esposa es de allá y es
muy probable que vuelvan a visitarme pronto a Lima, ya que ambos son viajeros
empedernidos. Por cierto, la esposa de José es una mujer extraordinaria y sé
que él se merecía a alguien así en su vida.
2.- Rafik: Oh Dios, para describir a Rafik sólo
puedo decir que Rafik es Rafik. Árabe con un alma de occidental. Entiendo
perfectamente bien porque está empeñado en cambiar su vida – yo me siento igual
– tiene 32 años (hoy día ya tiene 37) y parece un niño de 10 (lo sigue
pareciendo). Divertido, dinámico, hiperactivo, siempre buscando nuevas
experiencias, todo lo que ves en él es todo lo que hay. Rafik es ese estilo de
personas que una vez que las conoces no puedes dejar de quererlas y yo deseo
con toda mi alma volver a verlo alguna vez en la vida. Jamás podré olvidarlo,
él me hizo sentir especial, me demostró cariño y me regaló su amistad, la cual
sé que, a pesar de la distancia, permanecerá en el tiempo. (hasta hoy, así ha
sido)
3.- Kakha: De Georgia, un país que ni siquiera sabía
que existía hasta que lo conocí a él. Yo creo que Kakha en su anterior vida
tuvo que haber sido venezolano, por su forma de comportarse. Siempre está
bromeando, nunca deja que nada lo perturbe o lo moleste, todo se lo toma con
calma y sin preocupaciones. Si por él fuera, pasara todo el tiempo bebiendo
cerveza, fumando y bailando hasta amanecer. Es un chico especial, cariñoso,
algo fastidioso, pero siempre me hizo sentir como una chica linda, especial que
merece ser querida, amada y respetada y así me lo aconsejó. Kakha no es alto, un
poco gordito y casi no tiene cabello. Sin embargo, en el tiempo que estuvimos
juntos por primera vez en mi vida supe lo que era sentirse querida por alguien.
Desde que regresé siempre hablo con él y le pregunté:
- Can you describe me? (puedes describirme)
- I have no words to describe you… magnific… you are
magnific (no tengo palabras para describirte… Magnifica… tú eres magnifica)
Después de eso se darán cuenta que no hay forma en
que yo pueda olvidar a este niño que me hizo sentir especial en todas las
formas posibles y, si Kakha te extraño y dentro de mi aun guardo las esperanzas
de volver a verte algún día. Solemos hablar y siempre imaginamos como serían
nuestras vidas si estuviéramos juntos. Lo quiero mucho y es un gran amigo, aun
sonrío cuando me llegan mensajes de él.
4.- Abduallah: Él es una especie de caballero de
antaño, con sólo mirarlo sabes que es una buena persona, simpático, tratable,
jodedor (a pesar de que aparenta ser serio) realmente no sé si algún día lo
vuelva a ver, pero siempre lo recordaré como una de las mejores personas que
conocí durante este viaje.
5.- Ismail: Alma noble y corazón puro. Ismail es de
esos a quienes le tomas cariño enseguida que los conoces y sé que fue recíproco
porque siempre me lo demostró.
6.- Fidaa: Si, es una chica temperamental y cambia
de humor más rápido de lo que tarda cambiar el canal de la TV. Aunque parezca
mentira, somos muy buenas amigas, mantenemos comunicación constante y ella dice
que tenemos que volver a reunirnos todos. Así ya estemos viejos, pero que nos
volveremos a ver.
Ellos fueron mis amigos, fueron mi familia y le doy
gracias a la vida por haberme dado la oportunidad de conocerlos porque, ellos
me recordaron quien era yo realmente y me hicieron sentir de una forma súper
especial. Gracias a todos por brindarme su amistad y su cariño y de verdad
nunca los olvidaré.
Solo para no dejar historias pendientes. Este fue un
viaje que hice en Julio – Agosto del año 2011. Todo lo que aquí he escrito es
lo que ocurrió previo y durante mi viaje. Las historias son reales y ni
siquiera cambié los nombres de las personas.
Al regresar a Venezuela, tuve diferencias
ideológicas en el sitio donde estaba trabajando, finalmente renuncié como 1
semana de haber regresado de este viaje y luego de meses comencé a trabajar en
un bufete de abogados, hasta que como una más de los miles de venezolanos,
decidí emigrar a Perú en busca de mejoras profesionales y económicas.
Aun no me he casado, me enamoré perdidamente de
alguien que no está disponible para mí; pero no cambiaría nada de lo que he
vivido a su lado, bueno o malo, porque han sido grandes aprendizajes.
Desde que me vine a Perú (hace casi 1 año y medio)
no he vuelto a ver a Jhonnathan. Y, respecto a Luis Andrés, el chico que me
dejó el corazón roto al principio de esta historia, casi no sé nada de él. Si
alguno de ustedes llegó a pensar que a esa historia con él le faltaba un
pedazo, pues bienvenidos al club, yo también lo llegué a pensar. Sin embargo,
lo que creí que era una historia con una continuación, el tiempo me mostró que
sólo era algo ya concluido y que no valía la pena ni siquiera pensar en ello.
Me gustaría decir que es mi amigo aún, pero sería una mentira.
Gracias por dejarme compartir esta historia y hasta
la próxima.
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